Hugh Jackman, que regresará a ser Lobezno en Deadpool 3, se convirtió en el símbolo de los X-Men. Es la figura más importante del universo de los mutantes, y durante años se especuló con que sería el reemplazo de Pierce Brosnan como James Bond en la saga del espía más famoso de la historia del cine. Ahora es el australiano el que confirma dichas conversaciones y el que revela, a través de IndieWire, que rechazó encarnar al agente secreto para no repetirse ni estancar su carrera.
Ahora podemos considerar que X-Men, como película, está más que superada, pero lo cierto es que en su estreno fue una auténtica revolución y un éxito en taquilla sin precedentes. Hugh Jackman, como Lobezno, comenzó a recibir decenas de ofertas procedentes de los más variados estudios de Hollywood. Pero había un problema: siempre eran películas de acción. "No quería hacer siempre lo mismo", comenta Jackman. "Ya sabes, repetir el papel de estrella de acción: aquello, ese arquetipo era el pan de cada día de un montón de películas estadounidenses. Un montón de tíos heroicos en situaciones difíciles. Y yo me quedaba: 'Uh, oh, mirad, esto es problema'", comentaba el australiano.
Fue entonces cuando los productores de James Bond se acercaron a él para pedirle que se convirtiera en el agente secreto en la inminente Casino Royale, una oferta que no le gustó ni un pelo, más y cuando tenía que firmar para varias películas y reducir aún más su tiempo libre. "Le eché un vistazo a la oferta y pensé: 'Si hago esto y Lobezno, no voy a tener tiempo de hacer nada más'. Está claro que me interesa más interpretar a gente que se sale de la línea", comentaba. De esta manera, los productores de Bond ficharon a Daniel Craig, que se convirtió en el agente más querido de la licencia, igualando a Sean Connery.
Jackman diversificó su carrera, con películas como El truco final y Los miserables, que lo encumbraron aún más. La saga de 007 hora busca un nuevo rumbo con un nuevo actor tras la despedida de Craig en Sin tiempo para morir.